Un siglo de la gripe española
El final de la Primera Guerra Mundial eclipsó hace cien años la peor pandemia de la historia: entre 40 y 100 millones de personas (entre un 2 y un 4% de la población mundial) pereció en aquel aciago 1918 como consecuencia de la propagación de una mortífera cepa del virus H1N1. Al mantenerse España neutral durante la contienda, sus periódicos pudieron informar con normalidad sobre el impacto y el desarrollo de la enfermedad en suelo patrio, motivo por el que el resto de países la bautizaron como gripe española.
La epidemia dejó más muertos que la propia guerra, tanto entre la población militar como civil, hecho que las potencias implicadas trataron de ocultar con denuedo. Muchos indicios apuntan que pudo ser el propio ejército estadounidense quien facilitó al virus el pasaje a Europa en los barcos que transportaron a cientos de miles de soldados hacia el frente occidental. Las tres oleadas pandémicas se empezaron a sufrir en España a partir de mayo y dejaron 250.000 muertos.
Aunque los libros de historia han tendido a pasar por alto esta tragedia sanitaria, la memoria todavía se conserva en muchas familias; en la mía sin ir más lejos mató a cuatro personas: un bisabuelo mío y sus tres hermanos (una mujer y dos varones).
Es llamativa la ausencia de documentales españoles dedicados a este episodio, por eso decidí hacer el trabajo radiofónico «La pandemia de 1918: la llamaron gripe española«. En él se recogen recuerdos de ancianos y voces expertas desde los ámbitos de la historia, la medicina, la microbiología, la sociología y la demografía. La ambientación, realización y montaje es obra de Mayca Aguilera.