Estación de Robregordo
La estación de Robregordo, perfectamente visible desde la autovía A-1, es la última parada en la Comunidad de Madrid de la línea que unía la capital con Burgos. La encontramos en la parte más baja del pueblo, muy cerca de la boca sur del ruinoso túnel de Somosierra. El edificio de viajeros está completamente vandalizado; en su interior quedan restos de la actividad ferroviaria y de un uso posterior del inmueble como taller de arte. Los viajeros han cedido su espacio a las cabras, que tienen su establo en un pequeño cobertizo cercano y pastan tranquilamente en torno al andén y a las vías. Hace cuatro años que ya no pasan trenes por Robregordo; antes era un punto habitual de cruce de convoyes debido a la gran longitud de su vía doble. En un cocherón próximo al destartalado almacén de mercancías, que todavía puede verse, dormía una quitanieves sobre raíles que permitía mantener abierto el Directo Madrid-Burgos en lo más duro del invierno.